Estando en una etapa de readaptación social, posterior a los eventos críticos producidos por el COVID 19, este nuevo año es considerado por muchos como el año de las crisis, retos y cambios, por una parte, se debe lidiar con las habituales problemáticas a las cuales se enfrenta nuestra sociedad, como lo es el conflicto armado interno, desempleo, pobreza, falta de oportunidades, conflictos en las familias; y por otro lado, enfrentar retos inesperados dejados por la pandemia. Esta problemática de salud pública trajo consigo múltiples dificultades a nivel social, económico, político, empresariales y alteraciones en las dinámicas familiares no es la excepción, seguidamente abordaremos las afectaciones presentadas en los sistemas familiares y los retos que presenta para enfrentar y contrarrestar los cambios presentados actualmente.
Una de las medidas más controversiales y que generó mayor efecto en las rutinas diarias de las personas y sus familias, fue el aislamiento preventivo, esta medida prácticamente obligó a todos los ciudadanos a estar en casa, ocasionando conflictos en las relaciones familiares, aumento y sobrecarga de roles para los miembros de la familia, llevando a que todas las actividades que anteriormente se realizaban fuera del hogar, ahora se realicen dentro de casa, actividades como gimnasio, oficina, momentos de ocio, trabajo, escuela, y como gran mediador de todo lo anterior, la sobre utilización de la virtualidad y las tecnologías de la comunicación e información. La grandiosa combinación de las múltiples actividades descritas anteriormente, por si solas, normalmente se desarrollarían con armonía y equilibrio, bajo una rutina cotidiana; pero dichas actividades desarrolladas dentro de un solo lugar “el hogar” posiblemente no produzca tanto equilibrio y satisfacción, llegando a alterar y cambiar toda rutina ya preestablecida.
Ahora que todo parece que se está restableciendo a la tan famosa y extrañamente llamada “normalidad”, ahora se viene un nuevo proceso de reajuste y adaptación social y familiar, volver a las rutinas cotidianas, trabajos, roles tradicionales, pero a si cueste pensarlo las rutinas no serán las mismas, se puede pensar que se quedaran impregnados en las familias y sociedad unos recursos que ahora son importantes y fundamentales como la virtualidad, la contundente proyección de la tecnología, y lo más importante cómo adaptamos a nivel social y familiar esas nuevas rutinas, pero ahora apropiadas, en unos casos mejoradas o desmejoradas por las situaciones o experiencias vividas y aprendidas en pandemia.
Escrito de Opinión. Publicado: 5/03/2022
Por: Psicólogo Gerson Jaimes